Liderar con el ejemplo

Ayn Rand
Mi amigo Álvaro ha encontrado lo que tanto anhelaba para sus negocios: un "director ejecutivo" o lo que es lo mismo, otro líder, una mano derecha, su extensión en el terreno de juego...

Propietario de varios restaurantes, le ha costado tiempo y mucho dinero, (el que ha abonado a una Consultora de Selección pudiendo contratarme a mí), encontrar un Chef que marque las directrices gastronómicas de sus negocios y al mismo tiempo se responsabilice de la gestión de camareros, ayudantes y personal de cocina, y que en definitiva le permitan dedicarse a sus nuevas empresas.

El principal obstáculo previsto se ha salvado con éxito: ganarse la confianza de un equipo de trabajo poco receptivo a los cambios en cuanto a la toma de decisiones. La clave: Dar ejemplo.

Me comenta Álvaro, con satisfación, que este Líder Ejemplo, suele postularse ante sus compañeros, limpiando mesas, atendiendo en la barra o bregando en la cocina, todo ello sin descuidar sus experimentos con la cocina molecular (o como se diga).

Y es que el liderazgo más eficaz es el liderazgo ejemplificador. En esta misma línea se pronuncia la filósofa liberal Ayn Rand. La visión de Ayn Rand sobre el jefe ideal se refleja en sus personajes. Sus héroes y heroínas luchan por llegar a lo mas alto y llevan con ellos el conocimiento “de donde han estado” hasta los cargos mas elevados.

En una de sus novelas hasta el hijo del dueño trabaja en una fábrica de laminación de acero, aprendiendo, preparándose para cuando tome las riendas. Otro personaje: Una mujer que posee su propio ferrocarril también sabe conducir un tren. La autora reconoce que no todo el mundo que aprende a conducir un tren es capaz de dirigir todo un ferrocarril. Pero para dirigir el ferrocarril cree que hay que saber conducir el tren. Sostiene que un jefe no debe estar “por encima”… PORQUE NINGÙN TRABAJO ESTÀ POR DEBAJO DE LA DIGNIDAD DE NADIE.

La postura de Rand es que el liderazgo mas eficaz es el liderazgo ejemplificador… se inspira respeto no solo por el rango sino por saber lo que se necesita hacer y ponerse “manos a la obra.”
La crítica mas vehemente que se que se hace a quienes han ascendido hasta los cargos mas elevados es “QUE SUELEN OLVIDAR DE DONDE VIENEN.” El olvido constituye el mayor error… Con ello podrían ganarse el auténtico respeto de quienes trabajan bajo sus órdenes. Y lo que es más importante: Ese conocimiento nunca le permitirá olvidar que somos todos seres humanos más allá del cargo que aparezca en su tarjeta personal.

Todos dependemos y necesitamos del trabajo del otro, aún del simple peón de campo que siembra el trigo que otro operario lo convertirá en pan y que algún mero repartidor se lo entregará al comerciante. Ningún trabajo es servil. LO QUE HACEMOS NO ES LO QUE SOMOS.

De este modo concluye… la carga del liderazgo no es para todo el mundo.

Me quedo con John Adair,uno de los grandes teóricos del liderazgo efectivo en la empresa, que señala seis palabras para definir el liderazgo (del blog de Raúl Castro):

Las seis palabras más importantes: Reconozco que he cometido un error.
Las cinco palabras más importantes: Estoy muy orgulloso de ti.
Las cuatro palabras más importantes: ¿Cuál es tu opinión?.
Las tres palabras más importantes: Si te parece.
Las dos palabras más importantes: Muchas gracias.
La palabra más importante: Nosotros.
La última palabra y la menos importante: Yo.

Cuentan que Gandhi tejía las ropas en casa que luego vestía, como una manera de dar ejemplo frente al monopolio británico. ¿Os podéis imaginar el líder de una gran nación vistiendo sus propias ropas?.

Ahí queda, os dejo con otro ejemplo de gran Líder Ejemplificador.

No hay comentarios: